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Denuncian en Chiapas “la imposición" del proyecto carretero denominado “Rutas de las Culturas Mayas”

Denuncian en Chiapas “la imposición" del proyecto carretero denominado “Rutas de las Culturas Mayas”

Denuncian en Chiapas “la imposición" del proyecto carretero denominado “Rutas de las Culturas Mayas”
Denuncian en Chiapas “la imposición" del proyecto carretero denominado “Rutas de las Culturas Mayas”. Foto: Ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- El Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (Modevite), integrado por tseltales, tsotsiles y choles de 13 municipios de las regiones Altos y Selva de Chiapas, denunciaron “la imposición del proyecto carretero denominado “Rutas de las Culturas Mayas” tramo carretero Palenque – Ocosingo y aseguraron que la mega obra conlleva el despojo indiscriminado de los recursos.

Al dar el banderazo el pasado domingo 8, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, del plan que contempla 94 kilómetros de carretera, incluidos 16 kilómetros de un ramal de acceso, declaró que la obra es una de más anheladas en las últimas décadas y aseguró que el proyecto respaldado por las comunidades, es un símbolo de historia, identidad y unidad, y será un detonante para el desarrollo social, económico, comercial y turístico de la región.

Modevite rechazó las declaraciones de Ramírez Aguilar, y señaló que “el gobierno pretende legitimar un proyecto de muerte utilizando nuestras ceremonias ancestrales y bendiciendo las máquinas que vendrán a destruir nuestro medio ambiente y la vida de la comunidad. Es una vil mentira, ya que afirma que ha dialogado directamente con los dueños de los predios o parcelas que atraviesan la línea de esta autopista”.

En una denuncia pública titulada “El territorio es nuestro”, Modevite manifestó: “rechazamos que nos utilicen para legitimar proyectos que sólo benefician a las élites políticas y económicas del estado de Chiapas.

“El gobernador afirma que es un beneficio para el pueblo, pero no especifica de forma clara y precisa los daños que esta mega obra conlleva, una de ellas el despojo indiscriminado de los recursos materiales que en ella tiene, afectando los intereses de los dueños ancestrales heredados de padre a hijos y de hijos a nietos”, señalaron.

Para los tseltales, tsotsiles y choles, contrario al relato oficial de “desarrollo comunitario”, la autopista es la puerta de entrada para la devastación de nuestra madre tierra, porque en la primera etapa del proyecto se destruirán 387 hectáreas de selva, contaminará ríos de la región como el Jataté y el Tulijá, y arrasará nuestros cerros ceremoniales, y esto violenta el Convenio 169 artículo 13 que protege nuestra relación espiritual con la tierra.

“La privatización encubierta: cuando el gobernador afirma: Los ingresos del peaje, se quedarán en manos de quienes lo sostienen, oculta que los beneficiarios serán empresas turísticas y agroexportadoras. La militarización y represión: el despliegue de fuerzas de seguridad en la zona documentado por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, busca silenciar nuestra resistencia”.

Afirman que como propietarios fueron discriminados de sus derechos como ejidatarios, “llegando al grado de violentar nuestros derechos a la tenencia de la tierra quitando y despojando de las parcelas que son patrimonio de cada una de nuestras familias utilizando a las autoridades ejidales, para intimidar a los ejidatarios para quitar o despojar de sus parcelas utilizando el lema que el ejido es de carácter de usos común y no tenemos derecho en la utilización y el reclamo de nuestros terrenos”.

Peor aún consideran, “fueron y están siendo violentados nuestros derechos como pueblos indígenas, uno de ellos sobre la consulta libre, previa e informada. La construcción de la autopista, presentada como un acto de consenso y participación comunitaria, es una farsa; mientras que el gobernador declara: "La ruta de las culturas mayas se tejió con la palabra, desde la buena fe comunitaria”.

Modevite insiste que no hubo consulta libre, previa e informada como exigen el Convenio 169 de la OIT (artículos 6,7 y 15) y el artículo 2º constitucional. Las asambleas realizadas por el gobierno aseguraron, fueron manipuladas: se hicieron en sólo las cabeceras municipales, se excluyó a las comunidades y a autoridades tradicionales, y se presionó a comunidades con promesas vacías, pero también bajo amenazas de ya nos ser beneficiados con proyectos a los que tenemos derechos.

Modevite señala que el gobierno violó también el derecho a la autodeterminación: “el gobierno impuso preguntas sesgadas, ¿quieres que se construya la carretera grande?, ignorando que nuestra costumbre exige mover la palabra desde abajo y discutir el “para que” y “con que consecuencias”.

La organización indígena ambientalista sostiene que “la autopista está impulsada sin la aprobación de las comunidades indígenas, violando nuestros derechos humanos. Es mentira que se haya consultado a las comunidades”. Afirman que en el proceso que organizó el gobierno, se obtuvo el consentimiento de un pequeño grupo de poder que no representa el sentir y pensar de nuestros pueblos.

“Esta obra representa el inicio de la devastación de nuestra madre tierra y de toda la vida que hemos preservado por siglos. La construcción de esta carretera destruirá selvas, ríos, manantiales y territorios sagrados, además de alterar los modos de vida comunitarios, facilitar el despojo territorial y abrir paso a intereses extractivistas”.

En el pronunciamiento Modevite expresa su preocupación por el despliegue de fuerzas de seguridad en las zonas donde se planea el trazo, así como el hostigamiento y criminalización de quienes se organizan en defensa del territorio.

“Hemos constatado el modo de operar de intimidación del gobierno, quitando letreros donde manifestamos el desacuerdo en la destrucción de nuestros terrenos y la madre tierra: también utilizando los medios de comunicación para distorsionar y esconder las verdaderas intenciones de la mega obra, por eso alzamos la voz como pueblos originarios de Chiapas en contra de esta mega obra”.

La organización exige la cancelación inmediata del proyecto carretero y de todos los permisos ambientales otorgado ilegalmente, porque ponen en peligro nuestros modos de vida.

Advierten que no permitirán que se repita la historia de despojo, “si el gobierno insiste en imponer la muerte, los pueblos organizados defenderemos la vida con la fuerza de nuestra dignidad ancestral”.

La carretera no será concesionada: Gobernador

Al arrancar los trabajos de la autopista, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar dijo representa un modelo distinto al del desarrollo neoliberal, privilegiando el bienestar con justicia, dignidad y la participación activa de los pueblos indígenas.

“La ruta de las Culturas Mayas es una vía de desarrollo comunitario, donde todos los ingresos quedarán aquí, en manos de quienes los sostienen con trabajo y memoria. Este es un modelo único y sin precedente en México”, manifestó.

En la primera fase, se construirá un tramo de 4,65 kilómetros con pavimento asfaltico y dos carriles, que contemplará dos pasos inferiores y dos puentes, generando más de 5 mil 500 empleos directos y 16 mil 500 indirectos.

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